- AdBlue®
¿Mito o verdad? ¿Es cierto que sólo podemos repostar Adblue® en el taller? ¿O qué no pasa nada, si circulamos con el depósito vacío? ¿Implica realmente más mantenimiento elegir un coche con tecnología SCR? A veces, el desconocimiento nos lleva a creernos afirmaciones equivocadas. Con el Adblue®, aditivo que se utiliza en vehículos diésel de nueva generación para neutralizar las emisiones NOx, ocurre algo parecido: al llevar menos tiempo en el mercado del gran consumo, los nuevos consumidores no saben responder a algunas de estas preguntas. En este post reunimos los siete mitos más frecuentes relacionados con el Adblue®.

Es necesario repostar Adblue® en el taller o concesionario oficial
No, no es cierto. Inicialmente, se creía que los vehículos disponían de suficiente autonomía para repostar Adblue® durante las revisiones periódicas pero en realidad, el repostaje depende de muchos factores, como el tipo de conducción, el modelo de vehículo o las dimensiones del depósito. Se estima los turismos ligeros, de media, necesitan llenar depósito en intervalos de 10.000 y 25.000 km. Ahora hay distintas opciones: con garrafa o en estación de servicio. En GreenChem recomendamos la segunda, ya que además de cómodo y rápido es la mejor opción para ahorrar en envases plásticos. En este post anterior, te explicamos más detalles sobre el repostaje del Adblue®.
El Adblue® dañará mi carrocería
Esta afirmación se repite bastante y tiene parte de verdad, siempre que viertas el aditivo fuera del tanque. El AdBlue® es la mezcla de urea automotiva y agua ultrapura. La urea puede ser corrosiva, por lo que es cierto que un derrame podría dañar la carrocería. Aún así, la manera de repostar ha evolucionado lo suficiente para evitar una situación de este tipo.
Cuando paramos a repostar en una estación de servicio, el dispensador encajará a la perfección con la boca del tanque, de manera que no debería haber ningún escape de AdBlue®. Si se eliges repostar con un envase de AdBlue4you, debes saber que GreenChem ha diseñado Carefill®, una cánula para conseguir el acoplado perfecto. Su sistema autobloqueo y antigoteo es ideal para el llenado con envases de 5 y 10 litros, para los cuales también cuenta con un cuello extensible.
El rendimiento del motor se ve afectado por el Adblue®
La principal y única función del AdBlue® es neutralizar los gases NOx emitidos por un vehículo diésel. Este aditivo se inyecta en el catalizador de los vehículos con tecnología SCR para convertir los gases contaminantes en nitrógeno y vapor de agua, inocuos para el medioambiente y para la salud. ¿Cuándo puede afectar el AdBlue® al rendimiento del motor? Cuando está ausente: su utilizamos productos alternativos que no cumplen con las especificaciones requeridas o cuando el depósito se queda vacío. Si circulamos sin AdBlue® se produce un deterioro del catalizador cerámico que puede influir negativamente en la combustión del motor. Lo que nos lleva al siguiente mito.
Puedo circular sin Adblue®
No, no puedes y no debes. Por un lado, la mayoría de vehículos están diseñados para parar el motor de tu diésel cuando se queda sin aditivo -en otros casos, afectará a su rendimiento hasta volver a repostar-. Además, como decíamos, se pueden producir ineficiencias en la combustión. Y por otro lado, circular sin AdBlue® significaría que las emisiones NOx volverían a salir por el tubo de escape, afectando negativamente a nuestra salud y a nuestro planeta.
Un diésel con Adblue® necesita más mantenimiento
Comprar un coche diésel con tecnología SCR y, por lo tanto, con depósito de AdBlue, no implica necesariamente un mantenimiento mayor del vehículo. El sistema también puede averiarse como cualquier otro, evidentemente, pero no es habitual que ocurra.
El Adblue® tiene un gran consumo
Es falso. Como ya hemos comentado, de media se calcula que un turismo ligero gasta 2 litros de aditivo cada 1.000 km, aproximadamente. Estas cifras puedes oscilar hacia arriba o hacia abajo en función del tipo de conducción o del modelo del coche.
El uso de Adblue® sólo es para los coches
Hace prácticamente una década que este aditivo llegó al mundo del transporte profesional y, desde 2014, es cada vez más común en los coches diésel de nueva generación. Además, el Adblue® también es muy usado en el mundo agrícola, en tractores, así como en trenes o barcos.